El Real Jardín Botánico de Madrid (1 de 2)

El Real Jardín Botánico de Madrid

Reconozcámoslo, encontrar 8 hectáreas sin construir en el centro en una ciudad como Madrid es algo que parece imposible. Y si encima en esas 8 hectáreas podemos encontrar hasta 1.500 árboles y de ellos 30 se pueden considerar árboles singulares y alguno de ellos monumentales, entonces estamos en un lugar que hay que ir sin prisa a disfrutar siempre que se pueda. Así, hoy vamos a hablar del Real jardín Botánico de Madrid.

El real Jardín Botánico de Madrid es un tesoro escondido entre los museos del Prado y el Thyssen, que fue visitado en 2014 por 417.738 personas, menos de la mitad que el Museo Thyssen-Bornemisza para ese mismo año con 998.992 o la menos de la quinta parte de visitantes que el Reina Sofía con 2.673.745 visitas ese mismo año o el Museo del Prado con 2.536.844.

Así que si lo que nos apetece es relajar nuestros sentidos en el mismo centro de Madrid, sin grandes agobios, este es el lugar.

El Real Jardín Botánico de Madrid
Cartel con Plano general del botánico

 

Historia

La historia de Real Jardín Botánico de Madrid comienza en 1755 (hace la friolera de 260 años), exactamente el 17 de octubre, momento en el que Fernando VI ordena la creación del Real Jardín Botánico de Madrid por medio de Real Orden (Real Orden de 17 de octubre de 1755). Este primer Jardín Botánico se instala a orillas del río Manzanares en la llamada Huerta de Migas Calientes, situada cerca de lo que hoy se denomina Puerta de Hierro, junto al camino de El Pardo. Este primer Jardín se forma por el ya existente en ese lugar y creado por el Boticario Mayor de Felipe V, Luis Riqueur y las plantas recolectadas por José Quer, botánico y cirujano, ya fueran por el mismo (en sus viajes con el ejército por la Península Ibérica, Norte de África e Italia) o obtenidas a través de intercambios con botánicos de toda Europa. Este primer Botánico llegó a contar con más de 2000 plantas.

El Real Jardín Botánico de Madrid
Estatua del José Quer en el Real Botánico

 

El Real Jardín Botánico de Madrid
Cartel a pie de la estatua de José Quer en el Real Botánico

 

En 1774, Carlos III da instrucciones para el traslado de este Real Jardín al actual emplazamiento del paseo del Prado, inaugurándose en 1781. La idea del soberano era que formara parte de la denominada Colina de las Ciencias, junto al Observatorio Astronómico y al Real Gabinete de Historia Natural (en cuyo edificio se encuentra actualmente el Museo del Prado). Dicho Real Gabinete abrió sus puertas al público el 4 de noviembre de 1776 y constituyó el origen de varios museos nacionales españoles de la actualidad: el Museo Nacional de Ciencias Naturales, el Museo Arqueológico Nacional y el Museo de América.

El Real Jardín Botánico de Madrid
Estatua de Carlos III en el Real Botánico

 

Desde su inauguración, el Botánico ha evolucionado tanto en forma, tamaño y organización. El primer proyecto de construcción es realizado por el arquitecto real Francisco Sabatini, a quien se debe  las tres terrazas escalonadas para salvar el desnivel existente entre los límites del Buen Retiro y el futuro Paseo del Prado. Es en estos primeros años de existencia del Real Botánico cuando se determina la ordenación de las plantas según el método de Linneo y se construye la verja que rodea el Jardín, en particular la llamada “Puerta del Rey”, que se abre hacia el Paseo y que era la entrada al Botánico en sus primeros tiempos. Pero la distribución interior propuesta por Sabatini fue rechazada por no acomodarse a las funciones científicas y docentes del Centro, y es sustituida por otra, de organización más clásica, elaborada por el arquitecto Juan de Villanueva. En 1794, se ultimaría la construcción del “Pabellón Villanueva”, inicialmente destinado a la impartición de la docencia y como contenedor de los herbarios y la biblioteca del Real Jardín, en él se encuentra la Cátedra donde impartió sus clases Antonio José Cabanilles (del cual hablaremos en un futuro en este blog)

El Real Jardín Botánico de Madrid
Real Botánico en Primavera

 

En 1857 se construye el invernadero Mariano de la Paz Graells, nombre del director del Real Jardín en aquel momento y se remodela de la terraza superior. Es en esta época, ya  convertido el Real Gabinete de Historia Natural en el Museo Real de Pinturas (primera denominación del Museo del Prado), cuando se instala un zoológico en el Botánico, que  doce años más tarde se trasladó al Jardín del Buen Retiro, lo que se conocía en tiempos como “Casa de fieras” y que hoy en día es Biblioteca. Es también bajo la dirección de Mariano de la Paz Graells cuando se modifica el nivel superior del Jardín, el “Plano de la Flor”, alterándose su trazado, hasta entonces organizado en cuadros, como el resto del Real Jardín. En esta misma época se construye el estanque central presidido por el busto de Carlos Linneo y se construye la llamada “Estufa de las Palmas” y se instalan, en el paseo alto, las cuatro estatuas en las que se representan a los botánicos José Quer (1695-1764), Simón de Rojas Clemente (1777-1827), Mariano Lagasca (1776-1839) y Antonio José Cabanilles (1745-1804).

El Real Jardín Botánico de Madrid
Estanque de la Plaza de Linneo con busto del ilustra Botánico (Terraza del Plano de la Flor)

 

La década de 1880 es nefasta para el Jardín. En 1882 se construye el edificio que actualmente ocupa el Ministerio de Agricultura, para lo cual se segregan dos hectáreas pasando la superficie del Real Jardín a las ocho hectáreas actuales. En 1886, un ciclón derribó en su recinto 564 árboles de gran valor.

Entrado ya el siglo XX, en 1939, el Real Jardín Botánico pasa a depender del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y en 1942 es declarado Jardín Artístico. En 1974 fue cerrado al público para abordar profundas obras de restauración, que acabaron devolviéndole su estilo original, que fueron inauguradas las reformas por SS.MM. los Reyes de España en 1981, coincidiendo con el bicentenario de su traslado. En 1993 SS.MM. los Reyes inauguraron el moderno invernadero de exhibición y en febrero de 2005, el Real Jardín Botánico amplió su espacio expositivo en 1 ha., añadiéndose llamada terraza alta o de los laureles destinada actualmente a la colección de bonsáis donados por el expresidente del Gobierno, Felipe González.

El Real Jardín Botánico de Madrid
Terraza alta o de los Laureles con los bonsáis expuestos

 

El Real Jardín Botánico de Madrid
Alguno de los bonsáis de la colección del Real Botánico (1)

 

El Real Jardín Botánico de Madrid
Alguno de los bonsáis de la colección del Real Botánico (2)

 

El Real Jardín Botánico de Madrid
Alguno de los bonsáis de la colección del Real Botánico (3)

 

El Real Jardín Botánico de Madrid
Alguno de los bonsáis de la colección del Real Botánico (4)

 

El Real Jardín Botánico de Madrid
Alguno de los bonsáis de la colección del Real Botánico (5)

 

Después de todos estos cambios a lo largo de sus más de 200 años en su situación actual, la estructura del Real Jardín que podemos visitar actualmente, presenta en sus dos terrazas inferiores la organización neoclásica con la que fue concebido en sus inicios: el rectángulo que configura cada una de estas terrazas queda simétricamente dividido en cuadros de 10 pies de lado, en cuyo centro se inserta un fontín de piedra berroqueña del que mana agua. La terraza superior mantiene la ordenación romántica que recibió a mediados del siglo XIX.

Para no alargar este post, dejamos para una futura entrada más cosas sobre el Real Botánico, entre otras, la distribución de las especies vegetales sobre todo los árboles monumentales.

Comentarios

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies
Follow

Recibe los nuevos post en tu bandeja de entrada