Hoy nos vamos a acercar a la población Alicantina de Torremanzanas (en valenciano y cooficialmente, La Torre de les Maçanes) a conocer sus fiestas patronales. Hoy nos acercamos a conocer el Pa Beneit de la Torremazanas.
Torremanzanas es una pequeña población (según los datos los Instituto Nacional de Estadística en 2008 tenía 758 habitantes) situada en el interior de la provincia de Alicante, 42 Km. al norte de la ciudad de Alicante.
Los patronos de la población son Santa Ana (cuyas fiestas se celebran los días 24, 25 y 26 de julio, celebradas por las mujeres casadas) y San Gregorio (cuya fiestas se celebran la semana del 9 de mayo y siendo los festeros elegidos de entre los cabeza de familia). También son destacables dos fiestas más en la población, la Fiesta de la Virgen de Asunción (Mare de Deu dels Fadrins, cuya fiestas se celebran la semana del 15 de agosto y que la festejan los chicos solteros, siendo conocida la “la banyà”, realizada el 15 de agosto a las 13:00 horas siendo una especie de batalla de agua) y la Fiesta de la Inmaculada Concepción (Mare de Deu de les Fadrines, cuya fiestas se celebran los días 6, 7, y 8 de diciembre, siendo celebrada por las chicas solteras de Torremanzanas). Pero hoy nos vamos a fijar en las fiestas patronales que se celebran en honor al Santi Patrono de lo localidad, San Gragorio y el El Pà Beneït de Torremazanas.
Cartel informativo de La Torre de les Maçanes
¿La Torre de las Manzanas?
Antes de hablar de la fiesta del Pa Beneit de la Torremazanas hablaremos del origen del nombre de esta localidad. La historia de esta población es una tira y afloja de conquistas a los musulmanes y reconquistas a estos hasta 1364, pero es en 1246 el año en el que, después de su conquista, Jaime I concede a García Martínez el lugar llamado Iri y que pasaría a llamarse Torre de Maçanes. La sustitución toponímica es debida a la imposición de un nuevo nombre de carácter descriptivo que alude a un elemento identificable. El término “maçana” (cuyo nombre en árabe es yamur) se refiere en este caso a un elemento de ornamentación arquitectónica que remata las torres alminares, formado por una barra o espiga en la que se ensartan de tres a cinco bolas (manzanas) metálicas, cuyo diámetro decrece gradualmente desde la inferior a la superior. En la simbología islámica el yamur evoca las ideas de perfección y plenitud asociadas al universo y a Dios, confiriéndoles además una dirección celestial. Probablemente los conquistadores encontraron la torre de Iri rematada por una torrecilla corinada por un yamur, torre que tendría tanto función defensiva como de alminar asociado a una mezquita, mezquita de cuya presencia se cuentan indicios en el interior del recinto fortificado de la Torre de (les) Maçanes (Mucha más información sobre la historia de La Torre de les Maçanes se puede encontrar en la exposición «La Torre de Mançanes.Una fortaleza Islámica» inaugurada en el Museo Arqueológico de Alicante (MARQ) en a Abril de 2014 y cuyo folleto se puede bajar aquí).
Dibujo del yamur de Alcolea (Cordoba). Cartel en la exposición «La Torre de Mançanes. Una fortaleza Islámica» (MARQ).
San Gregorio, abogado contra las plagas de langosta
Como ya hemos dicho, la fiesta del Pa Beneit de Torremazanas gira alrededor de su patrón, San Gregario, considerado como abogado contra las plagas de langosta. Sepamos un poco más de él (información obtenida de aquí y aquí). San Gregorio Ostiense fue monje benedictino y abad del monasterio de los Santos Cosme y Damián. El Papa Benedicto IX lo nombra en año 1034 cardenal y obispo de Ostia Tiberina. Mientras, en España, las provincias de Navarra y la Rioja fueron asoladas por una plaga de langostas. En vista de lo acusado de la situación, los religiosos de dichas zonas recurrieron al Sumo Pontífice para que les suministrase algún alivio. Benedicto IX dispuso públicas rogativas, con ayuno general en Roma, para lograr de Dios el remedio de aquella calamidad. Al tercer día, un ángel reveló al Papa que cesaría la plaga si enviaba a España a Gregario, por cuya intercesión conseguirían los afligidos el consuelo que deseado. Así, en 1039 fue enviado el cardenal Gregorio a Navarra y La Rioja para conjurar la terrible plaga de langosta. En este viaje a España, y en su recorrido por España, de donde ya no volvería, conoció a Santo Domingo de la Calzada, el cual era eremita a un lugar apartado en los bosques de encinas de Ayuela, lugar cercano al actual Santo Domingo de la Calzada. Gregorio le otorgó la ordenación sacerdotal y le convirtió en acompañante y discípulo suyo. Juntos construyeron un puente de madera sobre el río Oja para facilitar el tránsito de los peregrinos hacia Compostela.
San Gregorio predicó la penitencia en Calahorra, Navarra, Logroño y en otros muchos pueblos de la Rioja, haciendo rogativas públicas y ayunos. Poco a poco, la figura de intercesor ante la langosta de San Gregorio Ostiense se fue imponiendo en el mundo medieval. Murió el 9 de mayo de 1044, día en que se celebra su fiesta.
Tras su fallecimiento, San Gregorio, indicó que para determinar donde sería enterrado su cuerpo se colocaría sobre un caballo y donde se parase por tercera vez, ese sería el lugar elegido, hecho que tuvo lugar se produjo en la iglesia de San Salvador de Peñalba, cerca de la ciudad de Estella, en Navarra. Actualmente las reliquias de San Gregorio Ostiense se encuentran en la iglesia y basílica de su nombre, en el término de la villa de Sorlada, en el valle de Berrueza (Navarra). Su cabeza era considerada, y en algunos casos aún se considera, útil para acabar con las plagas de langosta o de otros insectos, para lo que se pasaba agua a través de ella con la que después se rociaban los campos.
Azulejo de San Gregorio en Torremanzanas
San Gregorio Ostiense, patrón de Torremanzanas
El origen de cómo San Gregorio Ostiense se convirtió en patrón de Torremanzanas tiene su origen en la plaga de langosta que atacó el Reino de Valencia en 1658, que en aquellos tiempos estaba bajo el reinado del rey Felipe IV de Castilla y III de Aragón y Valencia. Ante la exposición del problema al Rey por parte de las gentes de su reino y la petición de que consiguiera el agua de San Gregorio acabar con la plaga, el Rey manda traer el agua pasada por la cabeza de San Gregorio. Con el agua bendita traída, se rociaron los campos de Alicante, exterminándose la langosta. En agradecimiento al milagro logrado, varios pueblos de la provincia erigieron a San Gragorio como Patrón, siendo Torremanzanas el único que continúa en la actualidad, como prueban las fiestas que vamos a comentar, pero para no hacer esto muy largo, lo comentaremos en el próximo post.