Seguimos nuestro peregrinaje hacía Santiago de Compostela por el Camino Inglés a Santiago. Este es el segundo día y el recorrido será no muy largo y se caminará de Pontedeume a Betanzos en un recorrido de unos 19 kilómetros, nada plano comparado con el día de ayer, lo que hace que se diga que es una de las más duras de este camino inglés a Santiago y donde veremos repechos rompepiernas con pronunciadas bajadas, que nos llevarán de Pontedeume pasando por Miño hasta Betanzos.
Tras la etapa de ayer, bastante plana y no muy larga, y después de un buen desayuno en cualquiera de los bares de la población, empezamos la caminata saliendo de Pontedeume y siguiendo las constantes flechas amarillas que ya habíamos visto en la anterior jornada la población.
Señales del Camino de Santiago en Pontedeume
Soportales a seguir en Pontedeume
Pasamos por soportales de las edificaciones, la iglesia parroquial, y al cruzar la calle Empedrado cuando veamos el cruceiro, la durísima subida ya habrá empezado a plantearnos si nos hemos quedado cortos o largos con el desayuno que hemos tomado antes de salir.
Cruceiro en Pontedeume al principio de la subida
Mientras subimos, a nuestra izquierda podremos ver una magnífica panorámica de Pontedeume, la ría de Ares y Cabanas y su playa de la Magdalena.
Panorámica de Pontedeume, la ría de Ares y Cabanas y su playa de la Magdalena.
Seguiremos rectos hasta casi llegar a nuestra compañera durante la jornada de ayer, la carretera nacional (N-651), aunque no la tomaremos, ya que desviamos a la derecha en O Barro en el número 60 y seguiremos un empinado camino asfaltado a la derecha hasta llegar al antiguo Camino Real. En este punto, con vistas a un aserradero, despedimos el Concello de Pontedeume para empezar a transitar por el de Miño. Nuestro camino nos lleva por un recta camino de tierra, donde cruzaremos un par de pequeños puentes de madera sobre la senda y hay dispuestas zonas de bancos, mesas y con barbacoas. El camino que llevamos de tierra acaba cuando crucemos la carretera AC-4802, volviendo otra vez el camino de tierra que nos permitirá atravesar un campo de golf.
Pequeño puente de madera sobre la senda
Campo de golf que bordearemos en nuestro periplo
Tras el Campo de golf nos metemos en un bosque que nos llevará, cuando salgamos de él, paralelos a la autopista AP-9.
Camino paralelo al campo de golf entre bosques
Bosque de eucaliptos antes de llegar al puente de Baxoi
Cuando la dejemos llegaremos a otro fuerte subida que nos llevará, por caminos donde es fácil perderse si no seguimos las flechas amarillas, hasta Viadeiro. Aquí comienza una cuesta abajo que acaba en la carretera nacional y en un cruce de caminos que nos permite ver a nuestra derecha el llamado puente de Baxoi. Se trata de un puente de un solo arco y de piedra construido en el siglo XIV y que nos permite cruzar el río Baxoi y que nos lleva a un camino de ribera, paralelo al río, que cruza las llamadas marismas del Baxoi.
Puente de Baxoi
Al finalizar este camino se ven los cimientos del puente de la autopista, que rodeamos en una breve, pero pronunciada pendiente para entrar a Miño.
El camino pasa muy cerca de la Autopista
Miño en una población con todo tipo de recursos, incluido un albergue de peregrinos a menos de 1 kilómetro y que está ubicado al borde de la ribera. A Miño se entra en el Camino Pontedeume-Betanzos por la rúa Fonte y de allí a la plaza del Mercado. Aquí podemos ver la señal al albergue, aunque en nuestro caso seguimos a Betanzos, ya que sólo habíamos andado hasta este momento 8 kilómetros, aún sabiendo que los kilómetros finales hasta esta población final son bastantes durillos.
Abandonamos Miño atravesando la vía del tren por un paso elevado. Una vez superado llegamos a un amplio camino asfaltado, y de allí a la derecha dirección a Ponte do Porco, limítrofe con el municipio de Paderne.
Paso elevado sobre la vía del tren a la salida de Miño
A la salida de Miño podemos disfrutar de una panorámica de la ría de Betanzos y la desembocadura del río Lambre.
Desembocadura del río Lambre
Cruzamos el río por el Ponte do Porco, mandado construir en el siglo XIV por Fernán Pérez de Andrade en el s.XIV para comunicar Pontedeume y Betanzos. El nombre del puente tiene historia, ya que hace referencia al jabalí que simboliza la casa de los Andrade y que figura en el escudo de su linaje. La leyenda es conocida como la leyenda de Roxín Roxal. En ella nos hablan de Roxín Roxal, servidor del señor de Pontedeume, Don Nuno Freire de Andrade. Este joven se enamoró de Teresa, joven hija de su señor. Aunque Roxín Roxal era correspondido por la noble dama, ésta tuvo que casar con el señor de Osorio, Don Enrique, por orden de su padre. Un día que hubo una batida de caza para perseguir a un enorme jabalí que estaba destrozando las cosechas de los campesinos, el reciente matrimonio decidió participar en ella con tan mala suerte que la pareja lo encontró justo en el puente de Lambre.
El señor de Osorio hirió al animal, pero no lo suficiente, pues el jabalí se revolvió contra él y su joven esposa; Don Enrique al ver el animal corriendo hacia sí saltó por el puente al río gritándole a su mujer para que hiciese lo mismo pero Doña Teresa quedó clavada en el puente muerta de miedo y el jabalí la embistió matándola. Pocos días después apareció muerto en ese mismo puente el jabalí, tenía clavada en la garganta una daga que don Nuno reconoció; era la daga que él mismo le había regalado a Roxín Roxal hacía mucho tiempo. El señor de Andrade comprendió entonces que su hija tendría un mejor valedor en este valiente joven al que no le permitió casar con Doña Teresa. A partir de ese momento el puente fue conocido como Ponte do Porco.
Tras el paso del puente nos encontraremos en el Concello de Paderme, marcado igualmente por el linaje de los Andrade, con el oso y el jabalí de piedra como símbolos totémicos de la familia.
Símbolo de los Andrade que se puede ver a lo largo del Camino
El camino a seguir es una constante subida y bajada de pistas forestales sin demasiado desnivel hasta llegar a un punto en que a la lejanía aparece nuestro objetivo, Betanzos, cuya población posee uno de los conjuntos histórico-artísticos más relevantes de Galicia. El último tramo de la ruta tiene unos nombres que no olvidaremos cuando los hagamos, ya que subiremos la llamada Cuesta de Matacabalos, bajaremos una pronunciada bajada conocida como Costa do Sabugueiroque nos dejará a la entrada de la población, para descubrir que hay que subir hasta el albergue público de peregrinos, inaugurado en mayo del 2013.
Subida en el Camino, una más
Subida al albergue de Betanzos
Se trata del albergue Casa Pescadería de Betanzos cuesta 6 Euros, tiene 35 plazas y muy buena pinta.
Entrada al Albergue de Betanzos
Interior del Albergue de Betanzos
Betanzos bien merece una buena visita. Voy a citar parte de lo que hay que visitar sabiendo a ciencia cierta que me dejo mucho que ver:
- Iglesia de Santa Maria Azogue (de la que haré un post próximamente)
- Iglesia de Santiago
- Antiguo edificio de Corresponsales del Banco de España.
- Plaza de la constitución
- Parque Pasatiempo (que yo no fui, pero que me quedé con las ganas).
- La torre municipal del reloj.
- La Tortilla de Betanzos, que tiene fama en toda Galicia y España.
Iglesia de Santa Maria Azogue (Betanzos)
Portada principal de la Iglesia de Santa Maria Azogue (Betanzos)
Cruceiro de Santa María de Betanzos
Tímpano de la puerta principal de la Iglesia de Santiago en Betanzos
Antiguo edificio de Corresponsales del Banco de España
Tortilla de patatas de Betanzos
Día 2 De Pontedeume a Betanzos
- La salida de Pontedeume tiene una fuerte pendiente.
- Veremos las últimas vistas de la Ria de Ferrol
- Se trata de un paseo entre colinas más o menos empinadas, pero llevable.
- Transitaremos entre bosques de eucaliptos y un campo de Golf.
- El paso por la población de Miño, a 8 kilómetros de Pontedeume nos puede servir para equiparnos de lo que nos haga falta.
- El camino tienen parte asfaltada y porte de terreno suelto.
- Albergue de Betanzos tiene3 pisos con cocina y microondas.
- La visita a Betanzos es obligatoria, ya que posee uno de los conjuntos histórico-artísticos más relevantes de Galicia.
- Obligatorio probar la Tortilla de Betanzos