Leyendas alrededor de los Alineamientos megalíticos de Carnac en la Bretaña Francesa

Alineamientos megalíticos de Carnac en la Bretaña Francesa

Hacer un post sobre los alineamientos megalíticos de Carnac en la Bretaña Francesa es como hacerlo sobre las pirámides de Egipto. Puedo hablar de ellos, puedo mostrar fotos, puedo listar leyendas creadas alrededor de su existencia, pero si no se va a verlos no se puede sentir y admirar su belleza. Y parafraseando a Napoleón Bonaparte cuando dijo en Egipto “Desde lo alto de estas pirámides, 4000 años nos contemplan” podríamos decir “Desde lo alto de estos monolitos, 6000 años nos contemplan”. Hoy hablaremos de los alineamientos megalíticos de Carnac en la Bretaña Francesa.

Alineamientos megalíticos de Carnac en la Bretaña Francesa
Alineamiento de Le Ménec

 

Los alineamientos megalíticos de Carnac en la Bretaña Francesa son uno de los conjuntos monumentales de grandes piedras o megalitos más espectaculares  del mundo. Estamos hablando de tres mil monolitos erigidos hace 6000 años. Como toda construcción megalítica ha generado a lo largo de los siglos, en los habitantes de la zona donde se encuentra, y en la que se ha perdido la memoria de su significado o el propósito para el que fueron erigidos, un corpus de leyendas sobre el enclave que tratan de interpretar su origen.

Alineamientos megalíticos de Carnac en la Bretaña Francesa
Alineamiento de Le Ménec desde oeste

 

Cuentos y leyendas sobre los alineamientos megalíticos de Carnac

Antes reintroducirnos en las leyendas de los alineamientos de Carnac, recordemos que la Bretaña Francesa es tierra de leyendas. Es en esta región administrativa del noroeste de Francia encontramos historias de hadas, duendes y gigantes y un punto común que es el Rey Arturo. En esta región encontramos el bosque de Broceilande, donde los caballeros de la Mesa Redonda buscaron el Santo Grial o donde se encuentra la tumba del Mago Merlín o la «fuente de la eterna juventud». Allí también encontramos el llamado “Valle sin retorno”, lugar donde la maga Morgana, hermanastra del rey Arturo, aprisionaba para siempre a sus amantes infieles, cerca del llamado «lago de las hadas». Más al norte nos encontramos los Monts d’Arrée y las marismas de Yeun Ellez, donde se dice que se encuentran las «puertas del infierno». Y sólo he nombrado algunas de las muchas leyendas de esta zona.

Alineamientos megalíticos de Carnac en la Bretaña Francesa
Megalitos caídos en el alineamiento de Kermario

 

Pero centrándonos en los mitos sobre los alineamientos megalíticos de Carnac en la Bretaña Francesa veremos que son múltiples en un intento de explicar aquello que para los creadores de dichas leyendas no tenía explicación. Entre las más antiguas explicaciones de tradición oral, algunas mezcladas con las leyendas celtas, ya que los alineamientos megalíticos de Carnac se encuentran en una zona de rica cultura celta, encontramos:

  • Vestigios del Diluvio Universal,
  • Restos de un campamento romano,
  • Balizas para la navegación, etc.
  • Restos de fósiles de una enorme serpiente que se habría desplazado sobre Bretaña en eras prehistóricas.
  • Restos de enormes avenidas que habían conducido a antiguos templos hoy inexistentes.
  • Las piedras están vivas y por las noches, se desentierran y avanzan hacia el mar para bañarse o beber.
  • Se les han atribuido poderes curativos, y se creía que podían brindar fertilidad y ayudar a los jóvenes que deseaban encontrar pareja.
  • Todas estas piedras eran un antiguo cementerio galo. Cada vez que había un muerto se colocaba una piedra; si era rico, se colocaba una grande, si era pobre, una pequeña…
  • Se dice que las brujas celebraban sus aquelarres en torno a las piedras de Carnac untándolas de aceite o miel. Esto explicaría (quien defiende esta teoría) el porqué en la Edad Media se grabaron en muchas piedras símbolos cristianos, que otras fueran destruidas y que algunos dólmenes, como por ejemplo el de Saint Michel reposen bajo una ermita cristiana (en un intento de sincretismo religioso que comentaremos más abajo).
  • Existe también una supuesta relación del culto al buey (o al toro) asociada al enclave megalítico, que se reafirmó tras los descubrimientos de los dos toros con largos cuernos en forma de lira, punteados en la piedra de cubierta del dolmen de Gavrinis. El buey simboliza el principio masculino de la fertilidad rural. Ocupaba un lugar esencial junto con la diosamadre en las religiones neolíticas del Oriente Próximo, de la Europa central y mediterránea; sin embargo no está probada enteramente la continuidad de la transmisión de este culto y su cristianización desde hace 6000 años hasta la época contemporánea. Este supuesto culto nos da la entrada a la leyenda de San Cornély
Alineamientos megalíticos de Carnac en la Bretaña Francesa
Túmulo del alineamiento de Kermario

 

La leyenda de San Cornély

En un intento de lo que seguramente podríamos definir como sincretismo religioso, aparece en las leyendas la figura de San Cornély, Papa en el siglo III y patrón católico de la zona de Carnac y del ganado (13 de septiembre, dia de San Cornély, es el día de la consagración del ganado). Según esta tradición estaba siendo perseguido San Cornély por soldados paganos hasta la orilla del mar y no encontrando ningún barco para escapar, se dio la vuelta y transformó a todos los soldados en piedras.» Una variante de esta leyenda precisa que el santo se había escondido en la oreja de un buey y que habría instituido el culto al buey, para agradecer al animal el haberle salvado de los soldados romanos. La iglesia de Carnac, que se le dedicó en 1639, y varias iglesias del Morbihan, poseen representaciones esculpidas de San Cornély con sus bueyes. San Cornély sería el responsable de la creación del ya mencionado menhir de Krifol, que sería uno de los uno de los soldados que le perseguían que se había entretenido bebiendo leche dulce en el pueblo de Kerlann, pero a pesar de todo el santo lo petrificó, antes de que alcanzara a sus compañeros.

Alineamientos megalíticos de Carnac en la Bretaña Francesa
Imagen de San Cornély en la iglesia de Carnac

 

Las Leyendas pasan de la transmisión oral al texto escrito

A finales del siglo XIX y principios del siglo XX estas leyendas pasaron de su transmisión oral a la escrita, apareciendo diferentes autores que pasmaron en sus publicaciones diferentes teorías de la razón de la existencia de los alineamientos megalíticos de Carnac en la Bretaña Francesa:

  • En 1872 aparece publicado “Rude Stone Monuments in all Countries” (consultable aquí) escrito por James Fergusson quien defendía que los monolitos se realizaron para conmemorar alguna gran batalla que tuvo lugar en esta llanura en tiempos remotos.
  • En 1906, Hans-Peny Hirmenec escribe el libro “Les Celtes et les monuments celtiques”, donde revisa las “conexiones” entre los celtas, vascos y Atlantes y defiende idea de que las filas de los menhires de Carnac marcan las tumbas de soldados atlantes que lucharon en la guerra de Troya. Para apoyar esta teoría de cementerio, algunos autores se analizaron la etimología del nombre de algunos lugares de la zona de Carnac, Kermario, que en bretón, un idioma de origen celta, se traduce como «ciudad de los muertos».
  • Una de las primeras referencias escritas de varias de estas leyendas la encontramos en la obra de 1909 “Carnac. Légendes, traditions, coutumes et contes du Pays” (podemos consultar dicha obra escaneada aquí) del arqueólogo Zacharie Le Rouzic nadido en la población de Carnac (Sobre la vida de Zacharie Le Rouzic podemos consultar este documento, con imágenes de los megalítos de principios de siglo). Enunciaremos algunas de estas leyendas:
  • Se suelen presentar a los monolitos como seres vivos o como piedras poseedoras de un secreto, un secreto escondido debajo del pie, por ejemplo, cuya violación provocaría la muerte.
  • Una de los relatos de la obra de Le Rouzic narra que «un día, el tío Galudec, al que llamaban Mohtu, tiró al suelo una de las grandes piedras de la cabeza de Le Ménec para buscar el tesoro; pero cuando la piedra cayó al suelo, ¡el tesoro había desaparecido!»
  • También el menhir de Krifol, con sus 2,09 metros, llamado Minour Krifol y situado al norte del alineamiento de Le Ménec tiene su propia leyenda: sería un hombre joven transformado en piedra. Hijo único y muy rico, parece ser que había derrochado todo en locuras, por lo que Dios le había transformado en menhir, condenando su alma a girar en torno a la piedra. Los lamentos del joven se oyeron durante mucho tiempo en los alrededores de Mánni Krifol. Existe otra versión de esta leyenda según la cual Minour Krifol estuvo prometido a una rica heredera aterrada al descubrirlo por la noche transformado en menhir.
  • En las leyendas también aparecen los personajes míticos en forma de hadas y de enanos, los llamados «kerrions» o «korrigans» que encantan los megalitos. Los «korrigans», personajes muy fuertes, viven en los huecos de las rocas y de los dólmenes y son capaces de desplazarlos. Su naturaleza de brujos se manifiesta el día del Sabbat.
Alineamientos megalíticos de Carnac en la Bretaña Francesa
Visión metafísica de los alineamientos de Carnac. Cuadro existente en el centro de visitantes “Maison des Megalithes”

 

Explicaciones de tipo arqueoastronómico

La primera referencia de una explicación de tipo arqueoastronómico para los alineamientos megalíticos de Carnac en la Bretaña Francesa aparece en 1805 de manos del escritor francés Jacques Cambry quien en su libro “Monumens celtiques” (que puede consultarse aquí), lanza la idea de que Carnac era un observatorio astronómico druida. Esta idea fue rechazada a mediados del siglo XIX cuando se determinó que los megalitos de Carnac eran mucho más antiguos que la religión druídica.

Alineamientos megalíticos de Carnac en la Bretaña Francesa
Alineamiento de Kermario

 

La idea no se tomo de nuevo hasta 1970, momento en que el antiguo profesor de ingeniería en la Universidad de Oxford Alexander Thom y su hijo postularon, tomando como referencia los estudios de Gerald Hawkins sobre Stonehenge publicados 1965 en “Stonehenge Decoded”,  que las hileras de menhires y sus perpendiculares están orientadas hacia los puntos solsticiales y equinocciales de salida del Sol, creando así un calendario que permitía predecir las etapas importantes de la vida agrícola. También propuso que los alineamientos eran calculadoras solares, utilizadas para corregir las irregularidades observadas en los movimientos de la Luna. Así mismo, el gran menhir caído de Locmariaquer (la llamada piedra de las Hadas) sería el centro de un inmenso observatorio astronómico que permitiría predecir eclipses. Sus mediciones indicaban que desde el gigantesco menhir era posible observar las ocho posiciones extremas de la Luna. Según esta teoría, si utilizamos este menhir como punto de referencia, se pueden trazar líneas de salida y puesta de la Luna desde menhires situados a 13 kilómetros. Sus afirmaciones, sin embargo, son controvertidas y no son aceptadas por la comunidad científica.

No quiero dejar de mencionar una de las teorías más controvertidas de Alexander Thom en relación a la arqueoastronomía y es la llamada yarda megalítica. En 1955 Alexander Thom publica en la revista “Journal of the Royal Statistical Society” el artículo “A Statistical Examination of the Megalithic Sites in Britain” (y que puede leerse aquí) la existencia de  una supuesta unidad de longitud prehistórica, descubierta a partir de métodos estadísticos formales cuando fueron aplicados a las construcciones megalíticas y estableció su medida en 2,72 pies (0,829  metros). Existen múltiples críticas a esta “yarda megalítica” pero sobrepasan en toda medida a este post, pero si se quiere investigar más en este tema recomiendo en libro “La Primera Civilización” de Alan Butler y Christopher Knight editado en 2005 por la editorial Minotauro y los artículos “De la astroarqueología a la astronomía cultural” de Stanislaw Iwaniszewski (que puede leerse aquí), “Man and Sky: problems and methods of archaeoastronomy” de A. Polcaro y V. F. Polcaro (que puede leerse aquí) y “Archaeoastronomy and Ethnoastronomy So Far” de VV.AA, (que puede leerse aquí).

Alineamientos megalíticos de Carnac en la Bretaña Francesa
Alineamiento de Le Ménec

 

Alineamientos megalíticos de Carnac según Erich von Däniken

Existe un movimiento que se ha venido en llamar la “Arqueología prohibida” que defiende que hay objetos y restos arqueológicos que son ocultados o mal interpretados por la arqueología “universitaria”. Defienden la existencia de tecnología superior a la que la arqueología tradicional admite para la construcción de las obras megalíticas o en las pirámides de Egipto o en los templos mayas o aztecas, sólo por citar algunas. No es mi intención atacar o defender esta postura aquí, sino citar cual es el punto de vista de esta “Arqueología prohibida” en lo que se refiere a los alineamientos megalíticos de Carnac en la Bretaña Francesa. Empezaré con la explicación que hace Erich von Däniken en su libro “Profeta del pasado” (editado en 1979 por Ediciones Martínez Roca, S.A.). Según este autor, su teoría de la construcción de alineamientos megalíticos se basa en tres principios 8 (o lo que von Däniken llama axiomas, para dales un carácter más “científico”):

  • Los menhires de la Bretaña no fueron reunidos por personas de nuestro tamaño corporal actual, lo que queda justificado por el peso y la cantidad de piedras.
  • Los menhires fueron erigidos antes del final de la última glaciación.
  • Se erigieron con arreglo a un plan inteligente.
Alineamientos megalíticos de Carnac en la Bretaña Francesa
Alineamiento de Kermario

 

La conclusión a la que llega este autor es que la única posibilidad es que la construcción la hicieran ¡Los gigantes!, naturalmente gigantes inteligentes. Buena, ya sabemos quien construyó los alineamientos. Ahora veamos el porqué. Seguimos con la lógica de von Däniken. Si eran inteligentes, construyeron los alineamientos siguiendo un plan establecido. Aquí el autor hecha mano de la geología y determina que como la roca de la que están construidos los menhires contiene fuertes proporciones de cuarzo y de hierro. Como el cuarzo capta las vibraciones como una antena y las reproduce, concentradas, a partir de un punto determinado (todo según von Däniken), lo único que queda es concluir que estamos una antena para conectarse con energía cósmica y con los extraterrestres (hay más que defiende este autor, como la existencia de estrías que se encuentran en la parte enterrada de los megalitos, que  serían los puntos que canalizarían los cables que los unirían creando una maya metálica, pero esa descripción la dejo para aquel lector que le interese (se puede ver aquí).

Y ya que estamos viendo ideas “alternativas” (por llamarlas de alguna manera), hay que nombrar la tesis de Louis Charpentier, autor del libro Los Gigantes y el Misterio de los Orígenes (editado en 1976 por Plaza & Janes) quien defiende en dicho libro que los monolitos ejercen una suerte de acupuntura planetaria capaz de actuar sobre las mareas así como que  la ciencia de los menhires es enseñada en Europa al antiguo pueblo que ocupaba, en la época romana, el noroeste de Italia y el sureste de Francia (los ligures) por los gigantes.

Alineamientos megalíticos de Carnac en la Bretaña Francesa
Tapa libro «Los gigantes y el misterio de los orígenes»

 

Y ya para terminar esta última parte de ideas raras sobre Carnac, un trozo de la serie “Ancient Aliens” de Canal Historia dedicado a Carnac. Sólo un comentario. En dicho capítulo afirma que de “Carnac, las líneas de Nazca y la Gran Muralla de China se pueden ver desde el espacio” cosa que no es verdad en ninguno de los tres casos.

 

Para saber más:

  • “Rude Stone Monuments in all Countries” de  James Fergusson (1872) (consultable aquí).
  • “Les Celtes et les monuments celtiques” de Hans-Peny Hirmenec (1906)
  • “Carnac. Légendes, traditions, coutumes et contes du Pays” de Zacharie Le Rouzic (consultable aquí)
  • Un interesante documento sobre la vida de Zacharie Le Rouzic con imágenes de los megalítos de principios de siglo XX lo podemos consultar aquí.
  • “Monumens celtiques” de Jacques Cambry (1805)(consultable aquí)
  • “Stonehenge Decoded” de Gerald Hawkins (1965)
  • “A Statistical Examination of the Megalithic Sites in Britain” ´de Alexander Thom, artículo publicado en 1955 en la revista “Journal of the Royal Statistical Society” (y que puede leerse aquí).
  • “La Primera Civilización” de Alan Butler y Christopher Knight editado en 2005 por la editorial Minotauro
  • “De la astroarqueología a la astronomía cultural” de Stanislaw Iwaniszewski (artículo que puede consultarse aquí),
  • “Man and Sky: problems and methods of archaeoastronomy” de A. Polcaro y V. F. Polcaro (artículo que puede consultarse aquí)
  • Archaeoastronomy and Ethnoastronomy So Far” de VV.AA, (artículo que puede consultarse aquí).
  • “Profeta del pasado” de Erich von Däniken editado en 1979 por Ediciones Martínez Roca, S.A.).
  • “Los Gigantes y el Misterio de los Orígenes” de  Louis Charpentier editado en 1976 por Plaza & Janes.
  • “The megalithic monuments of Carnac and Locmariaquer; their purpose and age” de Le Rouzic, Zacharie (1908) y (consultable aquí).
  • Para leer más sobre los Menhires de Carnac se puede ver esta web y para conocer puntos de vista diferentes sobre los Alineamientos megalíticos de Carnac se pueden visitatar las webs Los 32 rumbos o Freodom (esta última en inglés)

En un próximo post hablaremos sobre los orígenes arqueológicos y sobre la descripción de los Alineamientos megalíticos de Carnac en la Bretaña Francesa.

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