La Cueva Santa situada en el pueblo Castellonense de Altura fue, cuando la visité, uno de los lugares más impresionantes en los que he estado. Cuando a uno le dicen que en la Cueva Santa se encuentra la Virgen patrona de los espeleólogos, no espera encontrar una ermita a 20 metros de profundidad de la entrada en una cueva natural una capacidad de casi 300 personas, ni una historia como la que allí podemos adivinar en sus piedras. Pero, vayamos por partes (nota importante: un porcentaje muy alto de la información aquí plasmada esta sacada de forma literal del libro “Cueva Santa (Altura) Exploración y estudio del medio subterráneo”, libro que compré en mi visita a la cueva Santa y que recomiendo a toda persona interesada en conocer la Cueva Santa en más detalle).
Situación de la Cueva Santa
El Santuario mariano de la Cueva Santa (Cueva santa es la denominación coloquial del Santuario de Nuestra señora de la Cueva Santa) se ubica en el término municipal de Altura, comarca del Alto Palencia, a poco más de 12 kilómetros al poniente de esta población. Este lugar, de extraordinaria belleza, se halla entre la provincia de Castellón (provincia a la que pertenece) y Valencia, en pleno corazón de la sierra Calderona, muy cerca del Montmayor que con sus 1015 metros, constituye la cumbre más alta de la sierra. Esta excepcional localización nos permite simultáneamente poder observar desde este lugar los valles de los ríos Turia y Palencia. Es importante señalar que el Santuario de Nuestra Señora de la Cueva Santa es el centro de peregrinaciones populares de toda la región, como se señala en el calendario de romerías oficiales de los pueblos aledaños y que copio literalmente del libro “Cueva Santa (Altura) Exploración y estudio del medio subterráneo” y que puede leerse aquí (Calendario de Romerías oficiales al Santuario de Nuestra Señora de la Virgen de la Cueva Santa)
Que es lo que veremos
Si sumamos el recorrido entre galerías, simas y salas, la Cueva Santa supone un conjunto subterráneo de 464 metros, con una profundidad máxima de 104 metros, lo que la clasifica como una de las cavidades más importantes de la Comunidad valenciana. La zona visitable por los peregrinos es de 1100 m2, uniéndose en este espacio las formaciones naturales de la cueva con las construidas por el hombre para el culto.
Según la descripción que hace en el mismo el Grupo Espeleológico La Senyera en el libro “Cueva Santa (Altura) Exploración y estudio del medio subterráneo” en la cueva existen tres posibles itinerarios. Uno que pueden realizar cualquier persona y dos sólo posible para espeleólogos experimentados, ya que actualmente el acceso al recinto más subterráneo precisa de la autorización expresa del Patronato de la Cueva Santa, con el objetivo de conservar los valores patrimoniales que alberga en su interior.
Nos centraremos más en el primer itinerario que es el yo visité:
Itinerario 1
Este itinerario, que puede ser realizado por cualquier persona que pueda descender y después ascender las escaleras que nos llevan hasta la sala de la Virgen, comienza desde la entrada principal, por la que se desciende a la Sala principal, llamada Sala de la Virgen. Según bajamos por las escaleras dejamos a nuestra izquierda la Capilla de la Comunión y la Sala de los Exvotos.
Zona de acceso
La entrada a la Santa Cueva se halla a 850 metros sobre el nivel del mar. Para llegar a ella deberemos atravesar el patio donde desde donde podremos ver la entrada principal y una segunda entrada cerrada con una reja metálica. Atravesando el umbral, y frente a este se encuentra el Altar del Santo Cristo de los Milagros, donde se veneraba un antiguo crucifijo que, según la tradición, fue la causa de muchas conversiones de moriscos, y el acceso a las dependencias destinadas a los servicios del Santuario. En la pared izquierda del pasillo que lleva a la escalera de bajada existen cuatro amplios ventanales, que proporcionan luz natural del exterior y bajo ellos, la pared se encuentra decorada con mosaicos cerámicos que representan los múltiples milagros acaecidos en el Santuario.
Mosaico Cerámico de uno de los milagros acaecidos en el Santuario
Mosaico Cerámico de uno de los milagros acaecidos en el Santuario
Vista general de las escaleras que bajan a la sala de la Virgen
Capilla de la Comunión
Se trata de una capilla de pequeño tamaño (8.7 m de largo y 6.5 metros de ancho y en cuyo ábside se eleva una cúpula de 17 metros de altura). En esta capilla se encuentran los restos de fray Bonifacio Ferrer, hermano de San Vicente Ferrer y prior de la Cartuja de Vall de Cristo.
Capilla de la Comunión
Sarcófago de fray Bonifacio Ferrer,
Sala de Exvotos también llamada Sala del Calabozo ,
Esta sala se encuentra por debajo de la anterior y actualmente cerrada al público. El que se le denominará antiguamente la Sala del Calabozo es debido a su uso con esta función durante la Guerra Civil. A través de esta sala se llega a la Galería de los Exvotos, que tampoco se puede visitar.
Sala de La Virgen
La Sala de la Virgen es el mayor espacio subterráneo de Cueva Santa y constituye la zona principal destinada al culto en el Santuario. Las dimensiones de esta sala son 24 m de longitud, 18 m de anchura y una altura media de techo de 7 m, techo por otra parte, escalonado e irregular, debido a los distintos planos de estratificación y a los bloques desprendidos. Esta sala permitiría, para que nos hagamos una idea de sus dimensiones, albergar a unas 300 personas. En el centro, una capilla de obra alberga la imagen de la Virgen.
Como ya hemos comentado, el acceso a esta sala se realiza mediante la escalera principal, tras pasar la Sala de los Exvotos y una pequeña hornacina, protegida por una reja, con una representación de la escena de la Aparición de la Virgen al Pastor. Desde este punto elevado se tiene una visión privilegiada del área de culto, así como de otro lugar destacado para observar las ceremonias, una ancha balconada con chaflán sobre El Púlpito.
Hornacina con una representación de la escena de la Aparición de la Virgen al Pastor
Detrás de la Capilla de la Virgen, hacia el noroeste, el techo se hace cada vez más bajo hasta tocar con un muro de mampostería en seco en el inicio de la Galería Artificial. En algunos puntos el suelo y el techo están configurados por la propia roca de la cavidad y es precisamente en estas zonas donde el goteo del agua es más abundante. Es habitual encontrar en este lugar recipientes para recoger el agua a la que tantos milagros se le atribuyen.
Capilla de la Virgen
En el centro de esta gran sala se ubica la Capilla de la Virgen, una construcción realizada a partir de 1645, fecha en que comenzaron los trabajos para agrandar esta zona de la cavidad. El único vestigio que parece corresponder a la primitiva capilla es un murete de ladrillo apoyado en la pared oriental.
Capilla de la Virgen
Todo el conjunto arquitectónico aparece revocado y pintado de blanco y amarillo, los colores de la bandera Papal. El cerramiento de los vanos laterales se realiza con rejería de factura muy reciente pintada en negro y que en la parte alta del frontal viene decorada con el nexo AM constituyendo el anagrama de María. Y en el interior de la capilla, el Altar Mayor, donde se encuentra el relicario de la ermita y que fue robado en 2011. La imagen que se observa en esta capilla es un relieve busto de la Virgen, labrado, según la tradición, por fray Bonifacio Ferrer. Su hallazgo la tradición lo atribuye a un pastor que, a principios del s. XVI, guardaba su rebaño en las inmediaciones de la cueva.
Que no veremos (a no ser que seamos expertos espeleólogos)
Itinerario II
El segundo recorrido o visita a la cavidad subterránea se realiza desde la Sala de los Exvotos o Calabozo hasta la Sima de los Grabados, pasando por la Galería del Calabozo y la Sala de los Vicarios. Éste es un recorrido de ida y vuelta de unos 200 m que se puede realizar en 120 minutos. Precisa medios técnicos y conocimientos de espeleología y no es apto para el público en general (Grupo Espeleológico La Senyera en el libro “Cueva Santa (Altura) Exploración y estudio del medio subterráneo” páginas 60 a 63)
Itinerario III
El tercer recorrido o visita a la cavidad subterránea se inicia desde la Sala de la Virgen y El Mirador, pasando por la Sala del CEV, y en un nivel más bajo, la Sala del Fraile, que comunica con la Sima del Moonmilk. Este itinerario está formado por el conjunto cavernario de galerías y simas más profundas de toda la Cueva Santa. El recorrido de ida y vuelta es de unos 70 m. y se puede realizar en 150 minutos. Precisa para su ejecución medios técnicos y conocimientos de espeleología y no es apto para el público en general (Grupo Espeleológico La Senyera en el libro “Cueva Santa (Altura) Exploración y estudio del medio subterráneo” páginas 64 a 66).
Un poco de historia
El primer uso conocido de la cueva por el hombre se realiza en la edad de bronce, según las investigaciones arqueológicas realizadas en la cerámica encontrada en la cueva. En época posterior, la cueva se utilizó para refugio del ganado y recogida de agua de pastores.
A principios de siglo XVI, entre 1501 y 1508, se descubre, de forma milagrosa, la imagen de la Virgen en la Cueva llamada del Latonero, luego de la Cueva Santa, por uno de los árboles que estaba situado en la entrada de la misma. Según dicha tradición, la Virgen se apareció a un pastor, señalándole el lugar donde encontraría una imagen suya, siguiendo al hecho otros prodigios que atrajeron al lugar la devoción de todos los pueblos del Palancia.
La devoción hacia la Cueva Santa irrumpe con gran fuerza en tiempos de Felipe II, impulsada por los prodigios que se atribuían a sus aguas, lo que llevó a grandes concentraciones de gentes y a la necesidad de estructurar todo lo relacionado con el incipiente culto y devoción del lugar. Por los años 1550-1560, el paraje era muy visitado también por moriscos, en un tiempo en la que los enfermos se bañaban para recuperar la salud con el agua que iba destilando la bóveda de la Cueva. En estos momentos la imagen se situaba sobre un poyo formado por una roca de la misma cueva, sin más ornamentos. También carecía el recinto de puerta de acceso que pudiera impedir el paso a los fieles, no habiéndose realizado todavía las obras arquitectónicas posterior y sirviendo para recoger a gran cantidad de personas y a los rebaños del entorno. Esta importante devoción de las poblaciones cercanas y la convivencia en el culto de moriscos y cristianos despertó recelo entre las autoridades eclesiásticas, puesto que, en gran medida, se trataba de un culto espontáneo popular. Por ello, en 1589, el Obispo de Segorbe mandó cerrar los accesos a la parte más profunda de la cueva y ordenar el culto, estableciendo un protocolo para las misas y las donaciones de los devotos.
A finales del siglo XVII la imagen de Nª Sra. de la Cueva Santa se venera ya en toda la Península y en las colonias de Sudamérica. Esta devoción ha continuado en la Cueva Santa hasta el presente, sobre todo centrada en las romerías de los pueblos cercanos como Altura, Alcublas, Geldo, Jérica y Segorbe. Los ritos individuales asociados a la sanación se han ido diluyendo con el tiempo, habiendo desaparecido, incluso, la tradicional sala de los exvotos. En la actualidad, los peregrinos suelen encender velas o introducir fotografías, estampas y peticiones en los huecos de la roca, como una plasmación de sus rogativas y agradecimientos.
Las visitas subterráneas más antiguas a la cavidad son conocidas gracias a hallazgos de inscripciones grabadas en las paredes rocosas. En 1516 y 1600, B. Helimeni y Jaime Cabas, respectivamente, dejaron su firma en la salida de la Sala de los Vicarios y en el fondo de la Sima, este último añadiendo el adjetivo de «Valiente» tras su nombre. Por la fecha y el uso de de materiales como sogas y luces en el acceso a esta sima la convierte en una de las cavidades con exploraciones espeleológicas más antiguas conocidas en España.
Es durante la primera mitad del siglo XVIII cuando se realizan las principales transformaciones en el interior y exterior del santuario, las cuales afectaron principalmente al espacio interior, en especial a la Sala de la Virgen, para su adecuación al culto. La mayor parte de las actuaciones estuvieron, por tanto, orientadas a facilitar el acceso y la obtención de mayor espacio para albergar a un número creciente de peregrinos.
En 1795, la Cueva Santa fue explorada por Josef Cavanilles, quien en su obra “Observaciones sobre la Historia Natural, Geografía, Agricultura, Población y Frutos del Reyno de Valencia” ya hace una descripción de la cueva: “En dos horas llegue desde Alcublas a la Cueva santuario denuestra Señora, que visitan los pueblos de la comarca, y muchos ´´a diez y doce leguas de distancia. En la raíz oriental de uno de aquellos montes hay una espaciosa cueva, y en el fondo la Iglesia, cuyo techo es la bóveda natural, formada por los bancos inferiores del monte. La boca es grande, y por ella recibe luz lo interior. Baxé a la Iglesia por una escalera que últimamente se parte en dos ramos laterales, y aunque espaciosa en toda su longitud, llega a obstruirse muchas veces por la multitud de gentes que alli acuden con especialidad en el mes de Septiembre» (Cavanilles 1795, T.II: 83).
A comienzos del s. XX el académico de Bellas Artes Carlos Sarthou, movido por su interés por las cuevas valencianas y los temas de devoción mariana, visita Cueva Santa, quien escribirá entre otros un artículo de dos páginas en el diario madrileño ABC (que pueden verse aquí y aquí)
Continuando en el siglo XX, en el periodo de la guerra civil (1936-39) la cavidad fue utilizada tanto como refugio como pequeño recinto carcelario, de este hecho queda alguna inscripción de carácter militar en la Galería del Calabozo.
Terminada la contienda, las primeras actividades de investigación sobre la Cueva Santa fueron realizadas a partir de 1954 por la Sección de Exploraciones Subterráneas del Centro Excursionista de Valencia, visitas que estuvieron vinculadas al proyecto de proclamación de la Virgen como Patrona de los espeleólogos españoles, lo cual se consiguió 23 de enero de 1955, fecha en la que el Papa Pío XII concedió patronazgo de la virgen de la Cueva Santa sobre las sociedades espeleológicas. En este mismo año 1955, la villa de Altura proclama a la Virgen de la Cueva Santa Alcaldesa Perpetua. En 1961, el papa Juan XXIII, declara Patrona Principal de la Diócesis de Segorbe-Castellón y por último en 2005, la Cartuja de Valldecrist, es declarada bien de Interés Cultural.
INFORMACIÓN PRÁCTICA DE LA VISITA
Provincia: Castellón
Alicientes:
– Visita una de las ermitas de mayor tradición peregrina del Mediterráneo.
– Visitar la Cueva Santa, para ver tanto su aspecto geológico como humanos con sus 1100 m2 visitables por los peregrinos.
Época recomendada: Cualquier época es buena, pero primavera es la más idónea. En ocasiones, y entrados en los meses fríos, la visita al santuario precisa de cadenas en los vehículos y es necesario extremar la precaución por la posibilidad de existencia de plazcas de hielo o nieve en la carretera.
Coste de la entrada: 0 euros
Niños: Si
Perros: Dentro de la Santa Cueva, no. Se recuerda que es un lugar de culto.
Que ver cerca de allí: Si estamos en la Santa Cueva, no debemos de dejar de visitar La Cartuja de Valldecrist. Se trata del principal conjunto histórico-monumental próximo al Santuario y se encuentra situado en la villa de Altura. Declarada Monumento Histórico Artístico por el Consell de la Generalitat Valenciana en 1984, la cartuja de Valldecrist está considerada como una de las cartujas de mayor valor patrimonial de la Península Ibérica, actualmente en proceso de recuperación. El acceso a la misma, a escasos 2 km de la población, precisa del permiso del Ayuntamiento de Altura, el cual dispone de las llaves que permiten el acceso al recinto.
Cartuja de Valldecrist
Cómo llegar: Desde Castellón el acceso se realiza por la autovía del Mediterráneo en dirección Sur y tomando el desvío a Teruel, lo que permite conectar con la Autovía Mudéjar (A-23) y desde esta tomar la salida Segorbe-Altura, En valencia la CV-21, en dirección Norte, también permite enlazar con la citada autovía Mudéjar. Teruel, a su vez dispone de conexión directa a la A-23.
Desde Altura, para llegar en coche, habría que atravesar el caso urbano, la piscina y el camping municipal, llegando al desvío a la carretera comarcal CV-246, carretera apta para todo tipo de vehículos, en dirección a Alcublas, que nos lleva hasta el pie del mismo Santuario, donde un amplio parking nos permite dejar el coche sin problemas.
Si se quiere hacer a pie, todavía se conserva el sendero tradicional por el que los peregrinos ascendían desde la población de Altura a la cueva, un camino aproximadamente de una hora conocido como camino de Magaña., que se inicia en la masía de Rivas hasta el Santuario. Este sendero aún lo emplean los romeros de Altura el primer domingo de Septiembre para visitar el santuario. En su recorrido se encuentran los pilones conmemorativos que jalonan el camino y que narran los milagros acontecidos en la Cueva Santa.
Para más información:
- La web de la Cueva Santa se puede ver aquí.
- Descripción del libro “Cueva Santa (Altura) Exploración y estudio del medio subterráneo” se puede ver aquí
- Para informarnos más sobre la leyenda de la Cueva Santa, se puede ver aquí.
- La web de la villa de Alturas se puede ver aquí.
- Muchísima información de la Cueva Santa a manos del espeloclub de Castellón se puede ver aquí